Orientaciones a los padres y madres

Maneras de ayudar a su hijo/a a mejorar su nivel de lectura:


Los padres son los primeros maestr@s del alumnado. En la misma forma que introducen a los niñ@s el lenguaje hablado, pueden sentar las bases para la lectura y la escritura. Hay varios medios que ayudan a los padres a entender el proceso de aprendizaje y utilizar situaciones rutinarias como “lecciones de lectura”.

Los padres/madres pueden influir muy positivamente en el aprendizaje de la lectura. Varias investigaciones indican que el leer junto a los niños, unos pocos minutos diarios, estimula la adquisición de destrezas de lectura, y que muchas actividades rutinarias, tales como el ir al supermercado o a la tienda, pueden convertirse en experiencias educativas.

La lectura es un proceso bastante complejo que se cultiva a través de un largo periodo de tiempo, mediante la práctica. Las primeras etapas de este periodo de desarrollo son estimuladas por la enseñanza del alfabeto, y la relación entre letras impresas y lenguaje hablado, así como por las letras del lenguaje escrito que comunican ideas y significado. A través de la enseñanza continua y la práctica, los niños siguen entendiendo y descifrando libros cada vez más complejos. Durante esta etapa, su meta de “aprender a leer” se transforma en “leer para aprender”.


¿Cómo pueden los padres estimular el desarrollo de las destrezas de lectura?

Fomentar la apreciación por la palabra escrita

Reservar tiempo a parte diariamente para leer con su hijo/a en voz alta. Utilizar libros con imágenes y libros con cuentos para motivar al niño/a. Dar ejemplos de la importancia de la lectura en la vida diaria.

Enseñar el abecedario

Usar juegos con letras. Cantar la canción del alfabeto. Hay varios juegos, rompecabezas, libros grabados en cinta, libros con juegos de letras, disponibles en una mayoría de tiendas de juguetes. Además, hay varios juegos de ordenador diseñados para ayudar a los niños a aprender las letras del alfabeto.

Conocer el lenguaje impreso

Leerles en voz alta dejándoles abrir el libro y voltear las páginas.
Mientras lean, señalen cada palabra con un lápiz. Indicar las frases que se repiten, invitando al niño a repetir tales frases cuando ocurran.

Es importante señalar letras y palabras que se notan en la vida rutinaria. Leer en voz alta las palabras en letreros, avisos, etiquetas, mapas y números de teléfono. Mostrarle las maneras en que las palabras impresas se relacionan a la vida diaria en la casa y en el camino de la casa a cualquier otro lugar.

Poner materiales de escritura a su alcance, animándolos a utilizarlos. Ayúdenlos a escribir sus nombres, así como otras palabras y frases útiles, y gradualmente, escribir más letras. Al principio, es más fácil para ellos escribir usando letras mayúsculas.

Entender que las palabras son compuestas de letras.

Enséñenles a deletrear algunas palabras particulares, como por ejemplo, su nombre, o las palabras “salida” o “entrada”. Pedirles de leer estas palabras cada vez que la vean. Cuando lean un libro juntos, enfoquen estas y otras palabras comunes. Pedirles que la lean cuando las ven, o de buscarlas en cada página.

Hacer juegos de palabras con letras de plástico o con letras magnéticas. Pedirles de crear una serie de letras.

Entender que el lenguaje está compuesto de palabras, fonemas (sonidos del lenguaje hablado) y sílabas.

Cantar canciones, leer libros con rimas. Enseñar canciones que enfocan rimas, cánticos, y trabalenguas. Mientras cantan, enfatizar los sonidos. Usar juegos de rimas. Mezclar palabras o secuencias de palabras de poemas familiares, enfocando las sílabas, y pedirles de encontrar los errores. Enunciar palabras sílaba por sílaba, buscando usos de lenguaje interesantes y divertidos.

Utilizar juegos de palabras. Pedirles por ejemplo, de encontrar palabras que riman con “casa” o que empiezan con “me”, o con “ma”. ¿Cuáles palabras entre éstas empiezan con una diferente sílaba – Mapa, casa, cama? ¿“Casa” y “masa” empiezan con la misma sílaba?

Aprender los sonidos de las letras y sílabas.

Repetir los sonidos de las letras. Señalar otras palabras que empiezan con las mismas letras y sílabas de su nombre, enfocando las similitudes de los sonidos iniciales. Usar libros de alfabeto, juegos de computadora, o juegos con tarjetas, tales como: “Estoy penando sobre algo que empieza con ba”, para involucrar al niño en juegos de letras y sonidos. Mientras lean, repitan los sonidos de las palabras que riman, o pidan al niño de hacerlo. Usar juegos de palabras que conectan sonidos a letras y sílabas.

Repetir los sonidos de nuevas palabras.

Señalar nuevas palabras. Al llegar a una palabra, repetir el sonido mientras que indican con su dedo la sílaba. Por ejemplo, enunciar “ca-mi-sa”, luego, combinar las sílabas para crear la palabra. Cuando practican nuevas palabras, usar palabras previsibles con ortografía y sonidos comunes, tales como “casa” o “dinero”. Evitar el uso de palabras con irregularidades de ortografía, tales como “gente” o “cerdo”.

Si encuentran palabras con significados desconocidos o con ortografía más compleja, animen al niño a enunciar los sonidos de las palabras. Sin embargo, si hay un gran número de palabras que exigen este tipo de esfuerzo, es mejor buscar un libro menos complicado.

Usar juegos de deletreo. Una vez que el niño empieza a pronunciar palabras, pedirle de enunciar cada sílaba y luego escribir las letras que corresponden a la sílaba.

Animar al niño a deletrear palabras. Una vez que el niño aprende a pronunciar palaras, pedirle de enunciar cada sonido.

Escritura independiente.

Animar al niño a utilizar ortografía inventiva. En las primeras etapas, el niño tendrás la tendencia de escribir palabras usando exclusivamente letras con sonidos familiares, principalmente vocales. El niño también tendrá la tendencia de omitir letras mudas, como la “h”, así como las letras con sonidos irregulares, como “c”, “z”, y “g”. Animarle a observar la ortografía de las palabras y ayudarle a aprender familias y series de palabras en las etapas de desarrollo en adelante.

Saber identificar palabras impresas.

Con frecuencia, ayudar al niño en la lectura de cuentos simples y divertidos. Muy probablemente, los niños disfrutarán y aprenderán más si leen juntos a ustedes, toman turnos en la lectura, y si hay discusión sobre la lectura. Al principio, es una buena idea pedirles de leer palabras selectas.

Gradualmente, mientras que el niño adquiere más fluidez, tomar turnos con oraciones, oradores, párrafos y páginas. Al final de cada cuento o sección, revisar las palabras más complejas. Una excelente manera de reforzar el proceso de aprendizaje es leer el mismo cuento varias veces por un periodo de varios días o semanas.

Aprender a leer con reflexión.

Tomar pausas para discusiones. Discutir el lenguaje, el contenido y su relación a la vida y a otros conocimientos. Explorar e significado de nuevas palabras, utilizarlas en nuevas oraciones, contrastando su significado con otras palabras que tienen significados similares. Una vez que terminen el libro, revisar nuevas palabras y conceptos.

Maneras de animar y apoyar la comprensión de las lecturas y el desarrollo de destrezas de lectura de los niños en las escuelas primarias y medias.

Animar en la lectura de cuentos.

Los niños más grandes deberían leer un mínimo de 20-30 minutos por día. ¡Apagar el televisor! Discutan con ellos sobre lo que aprenden a la escuela, tomen el tiempo de visitar la biblioteca para obtener más información. Regalarles libros y materiales de escritura (bolígrafos, lápices, cuadernos, etc.) Leerles en voz alta, a cualquier edad. Mostrarles el valor de la lectura y su importancia en la vida.

Demostrar que el lenguaje está compuesto de palabras, sílabas y fonemas.

Proporcionarles oportunidades de enunciar los sonidos de palabras con varias sílabas, participar en juegos con palabras más complejas, o usar el diccionario para buscar palabras interesantes. Animar el uso de juegos y actividades que enfocan los elementos del lenguaje, en particular, unidades de palabras y sonidos.

Contar el número de fonemas (sonidos del lenguaje hablado) en palabras, nombres, y otras formas de lectura.

Proporcionar confianza al niño animándole a leer varios párrafos o partes de un cuento. El desarrollo de más fluidez, velocidad y precisión proporcionará un mejoramiento considerable de su nivel de comprensión.

Ayudarles a leer con reflexión.

Al leer un cuento, tomar pausas para discutir personajes, problemas y eventos. Animar al niño a reflexionar sobre maneras de resolver los problemas o sobre lo que va a ocurrir después. Al resumir el cuento, pedir al niño revisar los acontecimientos, enfocando los aspectos más misteriosos o los conflictos que no han sido resueltos. Al leer el texto explicativo, invitar al niño a reflexionar sobre los personajes y eventos descritos, así como sobre detalles no mencionados en el texto.

Recordar al niño que la meta principal de la lectura es la comprensión.

Ayudarle a concentrarse sobre los conceptos más pertinentes de la lectura. Animarle a pronosticar los acontecimientos de un cuento o de un texto. Pedirles de leer en silencio, luego, cerrar el libro y relatar lo que han leído. Referirse al texto para confirmar o para clarificar su resumen.

Practicar ortografía y vocabulario.

Animarle a practicar el deletreo de palabras clasificadas según frecuencia y ortografía, por un mínimo de 10-15 minutos por día. También se podrían agregar palabras adicionales relacionadas al contenido de la lectura, así como palabras de interés personal. Un estudio activo de tales palabras (escribirlas, marcarlas, repetirlas en varios contextos y significados) ayuda considerablemente al desarrollo de destrezas lectoras.

Ayudar al niño a aprender y practicar el uso de nuevas palabras. Definir las palabras (usando diccionarios o glosarios), usar nuevas palabras oralmente y por escrito, asociar nuevo vocabulario a palabras y conceptos relacionados, y crear actividades que requieren un razonamiento sobre el significado de palabras y su relación otras palabras.


Sobre todo, leer, leer y re-leer.